
Por más información del proyecto puede ir a http://recoleccionselectiva.blogspot.com/
Los pobladores de Tafí del Valle y los turistas protagonizarán este verano una experiencia piloto de separación de basura, para su posterior reciclado.
El proyecto será puesto en marcha mañana. Se trata de una iniciativa del Colegio San Patricio, que viene trabajando desde hace dos años en la investigación de distintos sistemas de recolección selectiva de residuos sólidos.
Docentes y alumnos del establecimiento viajarán mañana a la villa veraniega para instalar seis “islas ecológicas” y permanecerán hasta el viernes para desarrollar una campaña de difusión del tema con folletería en la vía pública y con charlas en las escuelas.
“Cada ‘isla ecológica’ es un conjunto de tres recipientes. Uno para papeles y cartones, otro para envases de plástico y otro para vidrio”, explicó Silvia Sánchez de Bartolucci, coordinadora del proyecto. El equipo está constituido, además, por Silvia Denegri, Alejandra Barea, María Marta Albornoz y Jane Yocca, quienes trabajaron el año pasado y este con alumnos del 3er año del Polimodal. La iniciativa contó, asimismo, con el apoyo de la propietaria del establecimiento, Mercedes Lía Silvetti de Medina, y el respaldo de la Municipalidad de Tafí del Valle y de Minera Alumbrera.
Sánchez de Bartolucci informó que mañana se instalarán seis islas en la zona céntrica y, más adelante, otras siete. “Estarán ubicadas en puntos estratégicos, donde concurra mucha gente. Por ejemplo, cerca de las escuelas, en la avenida Perón y en la zona donde están los artesanos”, detalló.
La elección de Tafí del Valle obedeció, principalmente, a que en El Mollar se encuentra una planta de clasificación de residuos sólidos urbanos. “Además, es el destino turístico más importante de la provincia y posee un patrimonio biológico y cultural que merece ser preservado”, destacó Silvetti de Medina.
Las docentes explicaron que esta es la primera etapa del proyecto, ya que está previsto continuar los próximos años. “Vamos a ver cómo reacciona la población; sabemos que se trata de cambiar una cultura y que llevará cierto tiempo hasta que la gente se acostumbre a separar la basura”, admitió la coordinadora del proyecto. En este sentido, se espera que los alumnos primarios y secundarios sean los principales agentes del cambio.
Segunda etapa
La segunda etapa consistirá en la separación de los residuos domiciliarios en secos y húmedos. “Así, los secos, como cartones, vidrios y plásticos, llegarán en mejor estado a la planta y su reciclado será más fácil”, dijo Sánchez de Bertolucci.En tanto, los alumnos Ignacio Verón y Sabrina Sequeira, expresaron la satisfacción que sienten al ver el proyecto puesto en marcha. “Nos tocó la mejor parte. Nuestros compañeros de la promoción anterior investigaron y nosotros llevamos a la práctica esto. Lo que más nos importa es que la gente no lo tome como una imposición, sino como un trabajo integrado, que se debe hacer entre todos y por el bien de la comunidad”, dijo Ignacio. “El espacio que nos brinda el proyecto (una especie de asignatura especial interdisciplinaria) es muy bueno, porque nos permite aplicar lo que hemos estudiado en otras materias, y es más libre, porque todos podemos opinar y se desarrolla mucho la creatividad”, agregó Sabrina.
In our school, we are organizing a classifying garbage project to find a solution to the huge amounts of trash thrown daily. When we were told about it, I was surprised and worried, because how are we going to make people classify their garbage, if they don’t throw it in the dustbins, or worst, we don’t classify it in our own school or use the dustbins either.
There are dustbins in the classrooms, fields, bathrooms, in the cafeteria, everywhere, but still, our school is full of trash in every corner. The janitors sweep the candy wrappings and bottles thrown on the grass before every break, when the recess is over, everything is dirty again. Why can’t our school be clean for more than three hours?
I sat in our school’s cafeteria and watched the students. I found: out of five students, only three threw their rubbish in the dustbin. The other two, when I told them they had dropped a paper, continued walking or answered the janitor would clean it later, because it was his/her job. I spent the whole afternoon thinking this situation is absurd and that students don’t care about keeping clean the place where they spend a big part of their day. It’s OUR job to keep the school clean, we can’t expect having people cleaning after ourselves all the time. To avoid our school from looking like a dumpster, we can start using the dustbins, which are essential, and then maybe we can classify our trash, so that we can help with the school’s project; and we can get used to this and practice the garbage classifying in our homes, and at the same time to create a habit for cleanness.
We went to Tafí Del Valle with our project teachers. After visiting a plant where garbage is classified, we were told to clean the route to Tafí. So, we made three or four groups with ten to twelve students each. When we were given plastic bags and gloves we started the assignment. The place seemed clean, but it wasn’t. It was hard work to clean it. And while we were doing it, a driver rolled down the window of his car and threw a piece of paper, we were cleaning and he kept contaminating. He saw us and he didn’t care. We filled all the plastic bags and we couldn’t fish, there weren’t enough bags for us to clean all the garbage.
These examples show there are lots of ways to improve our life style. But if we want to change, we just have to start somehow. When I see someone throw garbage anywhere but in a dustbin I let that person know. And that’s what we should do, so we can become aware and then, change our habits; it’s not that hard to get used to clean, and it is very nice to live in a clean place too. Plus there are lots of things to be done and help keeping the place where we live dirt free. We can start using the dustbins, and then maybe even classify our wastes and stop producing such amounts of it.
These pictures were taken in our school, they clearly show it’s full of trash in every corner.
These are pictures of one of the groups cleaning the route to Tafí.
This is where we had to clean, it looks clean, but it was full of garbage.
Dando vueltas y tonteando un rato por la web encontré un artículo muy interesante, que me hizo pensar en lo bueno que pueden ser los proyectos que organizamos, más específicamente, el Saint Patrick's Musical que tenemos tan próximo. Me pidieron que lo comparta con todos ustedes, así que acá quiero dejarles el link para que lean el artículo sobre la obra Grease que hicieron en el Teatro San Martín, los chicos no sé si de 4º o 5º año del colegio, en el 2000. Ahora que estamos en el último tramo deberíamos ponernos todos las pilas y pensar que esta parte es cansadora y agotante... que queremos terminar YA con todo... pero hay que seguir con ganas y después los resultados son muy gratificantes!! :)
El link a la página es http://www.tucuman.com/homepage/spanish/tucumanos/mensajes/11601.shtml
Pero les copio el texto acá, porque hubo problemas con la página... así que acá seguro lo leen.
Vamos actores y profesores!! Pilas, ganas y fuerza!!!
Colegio San Patricio
Publicado por Critica sobre la Obra Teatral el 31 de Octubre de 2000 a las 23:28:30
Antes que nada,quiero aclarar que no es común que yo escriba por este medio,y menos tratándose de alguna crítica en especial.El día Domingo 29 de Octubre en el Teatro San Martín,me tocó cubrir una nota (mi trabajo es de Cameraman para Programas de TV) sobre una Obra Teatral ambientada a la década de los 50´s (cosa que por otra parte,yo más bien lo tildaría de la época de oro de los 60´s) un reportaje como tantos otros que me sucede documentar,todo organizado por el Colegio San Patricio.Mi sorpresa fué sumamente exquisita al ir observando de a poco el montaje,las actuaciones y los diálogos que en ella se recreaban.No es muy fácil que yo tenga palabras de felicitaciones hacia una actuación,un show o un espectáculo,pues por mi profesión,me toca casi a diario presenciar infinitas presentaciones,tanto locales como nacionales e internacionales.
Realmente me quedé impactado por la Obra,no tengo sino palabras de elogios para todos quienes tuvieron que ver en tan tremenda representación.Las actuaciones,sencillamente,perfectas.El decorado y la ambientación,exquisito.El Inglés de los personajes,sorprendente.Todo el vestuario,halagador.Y un párrafo aparte para la música y sus intérpretes.Algo que aún no logro creer y me gustaría que algunos de los que intervinieron allí,me lo aclare en algún momento: Las voces de las canciones fueron interpretadas por los mismos alumnos o eran temas grabados por artistas de esa época?
Pues antes de proseguir,quisiera contar que tengo una maldición familiar,heredada por medio de los genes:El mal de la música,la colección infinita de todo referido a este rubro y la incansable búsqueda de material sonoro.Casualmente uno de los que más llevo en mi corazón,es el mismo Rock and Roll,la década de los 50-60,con Elvis Aaron Presley como mi ídolo indiscutido de todos los tiempos,no por ese motivo s me agradó tanto la Obra,sino por los aspectos ya mencionados anteriormente.
Como ya les decía y siguiendo con el tema,es increíble saber que aquí,en tu misma tierra,hay tantos valores perdidos,escondidos,los cuales no sabemos ni siquiera de su existencia,y que por una idea tan maravillosa,de quienes estuvieron encargados de poner tan frescos talentos arriba de un escenario,hemos podido experimentar la sensación de lo extraordinario,de la energía que emanan nuestros propios jóvenes.
Sería larguísimo este escrito si puntualizara cada actuación,lo último que me resta decir es:Gracias Alumnos y Profesores del Colegio San Patricio,Ustedes me han dado la esperanza de saber que aquí hay una fuente inagotable de talento y un futuro repleto de admiración,ahora no pierdan ese carisma que demostraron tener encima de la tarima,sigan así.
Mil Felicitaciones a Todos!!!!!!
Marcelo SerranoCamarógrafo de:La Fiesta y La Huella
La solidaridad, el mundo y la fe.
El Siglo XX y XXI conjugados desde la caridad.
No quiero que se mal interprete: no pienso que todos debemos ser buenos y amarnos uno al otro, aunque sería lo óptimo, sería muy iluso de mi parte. El ser humano es solidario como egoísta por naturaleza, y no lo puedo ni podemos negar.
Es así como, para comenzar, quiero hacer referencia a la habitual retórica de preguntas y respuestas, me pregunto ¿qué es la solidaridad? A la hora de responder, quiero centrar la atención en dos ideas: La primera, dada por Alejandro Sarbach, quien la define como “aquel valor presente en las conductas de asistencia, colaboración o ayuda que se dan fundamentalmente entre iguales”. Continuando en su exposición, sostiene que es, por tanto, un valor que está reñido con las jerarquías, el mando o el autoritarismo. Así, la solidaridad exige canales de participación activa, concluyendo que la solidaridad es un valor o una virtud. La segunda, expresada por la Madre Teresa, quien definió el concepto de “solidaridad” desde su mayor fuerza y fuente de inspiración, Dios: “Es ayudarnos los unos a los otros. Ya Cristo lo dijo: Lo que hagas con el último de tus hermanos lo estás haciendo conmigo. Esa es la solidaridad. Así, cuando él llegue a nosotros, podrá decirnos: Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermé y me visitasteis (…)”
Estas son tan solo dos maneras de definir una idea tan compleja tal vez de comprender como lo es la “solidaridad”. Cada cita dada anteriormente es diferente ya que observamos que la primera de ellas está escrita desde un ángulo jerarquizado y no entre todos los ciudadanos, independientemente de su respectiva clase social. La segunda puede resultar un poco desconcertante para algunos, especialmente para aquellas personas que no adhieren a la fe Cristiana y así podrían tranquilamente preguntarse ¿Qué ocurre cuando tus principios no son los de Dios? Y mi respuesta sería tal vez que no necesitamos creer en el Dios de la Madre Teresa y de muchas religiones sino creer que el otro nos necesita de verdad porque sufre hambre, o frío o una enfermada terminal. Y es que, en este sentido, como dice Buda, todo hombre, más allá de sus creencias y su fe, no puede evitar la enfermedad, la soledad y la muerte en algún momento de su vida. De este modo, podemos y debemos ayudar al prójimo, tal como quisiésemos nosotros que nos ayudasen si fuésemos quienes están sintiendo a flor de piel la miseria.
Pero ¿por qué hablo de que es nuestro deber? Y es aquí donde deseo centrarme en la idea de los Derechos Humanos, aquellos que todos, sin exclusión alguna, poseemos, tal como lo manifiestan los Artículos 1 y 2 de la Declaración Universales de los Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Y todas las personas poseen los derechos de igualdad y libertad sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
Pero hay una verdad que muchas veces es olvidada, sí el mundo del siglo anterior sólo fue una gran era de catástrofes ¿Cómo sobrevivió? Y la respuesta es muy complicada pero a la vez muy sencilla.No sólo existían abusadores de los derechos humanos, potencias que competían por poseer las mejores armas nucleares, sino también existían aquellas personas cuyos ideales, principios o tal vez expectativas iban más allá de la generalidad. Personas que buscaban el bien común de todos, más allá de la raza, de la religión, de la diversidad. Personas que soñaban y luchaban por un mundo diferente y no utópico.
Son muchas estas personas, o tal vez no son tantas a fin de cuentas, pero de ellas hemos aprendido como se lucha por lo que creemos y deseamos. Hoy en día necesitamos de sus ejemplos ya que las guerras no han finalizado y cada vez son más crueles e inhumanas.
De todos ellos, he elegido algunas cuyos pensamientos nos permiten creer que nuestros “sueños” de solidaridad entre todos no son sólo ficciones utópicas, sino sumamente reales y posibles.
En este sentido, comienzo refiriéndome a Mahatma (“alma grande”) Ghandi, quien empieza su lucha en 1912 en la India, lucha en defensa de los derechos de los hindúes contra los ingleses. Su lucha fue pasiva, sin violencia, tan sólo utilizando recursos que no se traducían en muerte, ni pérdida. Gracias a esta acción, logró liberar a su pueblo en 1948, encontrándose ascético y frugal, pero jamás doblegado. Ghandi fue asesinado por un extremista hindú en el mismo año en el que llevaba al plano de la verdad su sueño.
Así, también podemos reflexionar sobre la figura de Martin Luther King, quien luchó, poniendo la otra mejilla y postulando la no violencia y por la igualdad entre todos los seres humanos, sin importar cuál fuese su color de piel. En su famoso discurso “Yo tuve un sueño..”, él predica “(..) He soñado un sueño en el que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación en donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter y por sus obras”. El también fue asesinado por la intolerancia en 1968. Sin embargo, sus asesinos no lograron dar muerte a su mensaje que vive entre todos y cada día es más fuerte.
Y por último la Madre Teresa de Calcuta: Monja albanesa que vivió y murió en la calle más miserable de la India y tal vez del mundo, entregada a saciar el hambre y mitigar el sufrimientos de los pobres, los enfermos y los sin esperanza. El mundo la amó porque no tan solo tenía uno de los corazones más grandes que se haya conocido en la historia, sino también porque dio su vida y su amor a absolutamente todos, sin exclusiones.
Así comprendí que la verdadera definición de solidaridad y caridad está en cada recolecta que realizamos y se realiza en los colegios con el fin de juntar alimentos, ropas, juguetes, útiles, libros para aquellas escuelitas rurales en las afueras de la ciudad y para los barrios mas carenciados de Tucumán. La siento al leer sobre las actividades de UNICEF, Rombo Rojo, CARITAS, entre otras o de aquellas pequeñas Asociaciones u Organizaciones barriales o provinciales que poseen el famoso “voluntariado” a través del cual una gran cantidad de personas, más de las que creemos, dan su tiempo y corazón o posesiones por los que sufren de frío, hambre, perdidas varias, SIDA u alguna otra enfermedad terminal, catástrofes naturales, desdicha, tristeza.
Puedo ver solidaridad cuando mis amigos me cuentan de sus emprendimientos misioneros con sus respectivas Iglesias, sus visitas a barrios para proveerle a los más pequeños con apoyo escolar o que el viernes que viene van a pasar la noche en una placita jugando y cenando con los que tienen que ir a vender “mentitas” para poder comprar el almuerzo de mañana.
Y sí hay una verdad que no podemos omitir es la que no sólo damos sino también recibimos. Porque cada vivencia, cada compartir con el que está junto a mí, cada visita y cada mirada nos enseña y nos enriquece el alma. Y ese sentimiento es incomparable. Es único.
Fe en la sonrisa de un niño, de un amigo, de una madre, de un profesor, de un anciano, de un abuelo. Intento vivir con la fe a flor de piel no sólo en quienes somos sino también en la persona que junto a mi está. Creo y sé que somos muchos en el mundo los que queremos combatir la crueldad y el sufrimiento y que ninguna guerra o gran potencia nos guitaran la fe en la construcción de la solidaridad entre naciones, pueblos y humanos.